miércoles, 10 de noviembre de 2010

¿Se Puede Permitir un Profesor Tecnológicamente Ignorante?

Como continuación del mensaje ‘Web 2.0 y Educación’ (en particular para profesores), respecto a la llamada Educación 2.0, deciamos…

“… es una situación que merece nuestra atención como profesores, y también la de las instituciones y sus responsables. Quizás no somos todavía lo suficientemente conscientes, de los potenciales problemas (no ya de tipo técnico sino personales) a los que nos podemos llegar a enfrentar los profesores de una cierta edad. Me refiero a problemas de ‘exclusión’, ‘autoestima’, ‘aislamiento’, etc. ante los nuevos ‘media’, las nuevas formas de enseñar, aprender, interaccionar, comunicar, colaborar, cocrear, conversar,compartir, … que se nos vienen encima como un ‘tsunami’, tanto desde fuera (Bolonia, nuevos paradigmas, proceso de enseñanza/aprendizaje basado en competencias) como desde dentro (los nuevos alumnos, cada vez mas alumnos 2.0, mas nativos digitales).

Corremos el peligro de que se produzca una relativa ‘brecha digital’ dentro de nuestras instituciones de enseñanza.

deberiamos empezar cuanto antes a reflexionar, y a tomar medidas, en nuestras instituciones académicas.”

y enlazando con la necesidad manifestada de reflexionar acerca del tema, me gustaría compartir el siguiente comentario.

El mundo de la Educación, y en particular la Universidad con los requerimientos de adecuación al Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES), está viviendo con relativa tensión la necesidad de implementar en el aula, nuevos paradigmas y metodologías. Dicha implementación pasa por el uso de tecnología educacional por parte del profesorado, en particular aplicaciones web 2.0, en un entorno tecnológico altamente dinámico. A su vez, dicha tecnología cambia radicalmente el papel del profesor, y los alumnos de hoy, que poseen en general competencias tecnológicas, serán los futuros ciudadanos y profesionales de una Sociedad RED, y como tales y para tal entorno deben ser formados.

Esta misma tensión y preocupación, a un nivel mas global, ha producido diversas reflexiones y comentarios. En particular, deseo mencionar el mensaje de blog… Is It Okay To Be A Technologically Illiterate Teacher?, premiado con el ‘most influential post‘ en la última edición de los ‘Winner Edublog awards 2007‘.

En su comentario, Karl Fisch, destaca la existencia de un sentimiento generalizado, por parte de algunos profesores, de que no solo es admisible decir ‘No se nada de ordenadores’, sino que incluso se muestran orgullosos de su ignorancia o incultura tecnológica. No se trata de que la tecnología sea la finalidad de la docencia, es simplemente una herramienta que nos ayuda a aprender y enseñar, asi como a crecer personalmente, es una herramienta indispensable. En la actualidad, la tecnología es el soporte de casi toda nuestra actividad, y en particular a la hora de ‘comunicarnos’ con los demás, y… ‘¿no es la comunicación una de las ideas esenciales a todas las disciplinas?’.

El hecho de que una parte del profesorado no solo esté confortable en su ignorancia, sino que aparentemente no desee esforzarse en aprender nuevas cosas, es algo preocupante tanto a nivel instruccional, como personal y social. Concluye con la siguiente cita…

“If a teacher today is not technologically literate – and is unwilling to make the effort to learn more – it’s equivalent to a teacher 30 years ago who didn’t know how to read and write”

Por su parte, Terry Freedman (‘best group blog’), en “Oh, Sir, You are too kind”, realza como una de las barreras para implementar el uso de la tecnología educacional en el aula, la disposición a ser indulgentes con dicha ignorancia tecnológica, en detrimento de los alumnos, al trasmitirles un ‘curriculum oculto’, asociado a nuestro comportamiento, consistente en mensajes tales como:

‘la tecnología es relativamente poco importante’, ‘no importa que los demás conozcan mi ignorancia tecnológica’, ‘desde el punto de vista del que emplea, es aceptable ser un ignorante tecnológico’, ’si te muestras suficientemente incapacitado, sin recursos, alguien al final te ayudará’,... que le llevan a concluir diciendo:

“We should stop being so nice. After all, we’ve got our qualifications and jobs, and we don’t have the moral right to sit placidly on the sidelines whilst some educators are potentially jeopardising the chances of our youngsters”

Personalmente creo que el posicionamiento por parte de los responsables académicos, y de los propios profesores, debe ser ante todo desde una perspectiva positiva y proactiva, no intimidatoria, ni agresiva. Quizás contemplando diferentes tipos de acciones desde la comprensión y análisis de cada situación, hasta la sensibilización y formación, asi como identificar ‘recompensas’ diversas que estimulen la disposición a adecuarse ante los nuevos retos.

Nuevos retos que trascienden los requerimientos instruccionales (EEES) y los derechos de los alumnos a ser formados para la Sociedad del siglo XXI, para convertirse, además, en retos personales (autoestima) y sociales (brecha digital generacional), convergiendo todos ellos en el desarrollo de una Sociedad RED inclusiva y socialmente sostenible.

El medio es el mensaje…

“In order to teach it, we have to do it. How can we teach this to kids, how can we model it, if we aren’t literate ourselves? You need to experience this, you need to explore right along with your students. You need to experience the tools they’ll be using in the 21st century, developing your own networks in parallel with your students. You need to demonstrate continual learning, lifelong learning – for your students, or you will continue to teach your students how to be successful in an age that no longer exists (Karl Fisch)

¿Cuál es tu opinión?.

Blog de Enrique Rubio

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