Cuando visito colegios siempre me llaman la atención las a veces grandes contradicciones que encuentro en su interior. Es común por ejemplo que en el colegio se hable mucho del respeto y el cuidado del niño, pero que nadie vigile sus juegos en el recreo. Son pocas las veces en que he visto al director o la directora recibir a los niños en la puerta o conocerlos por su nombre. Además, en más de una ocasión la infraestructura no está pensada para niños, las aulas son oscuras y el patio entraña más de un peligro (conozco un colegio en el que en el patio hay desniveles considerables, algunos de más casi dos metros, pero los niños igual juegan allí expuestos a caerse sin que los profesores anticipen nada o muestren algún tipo de preocupación).
Muchas veces el respeto tan mencionado parece no alcanzar a los propios profesores, que hablan mal unos de otros a sus espaldas. Y hay profesores que piden respeto cuando no deberían pedirlo, por ejemplo, cuando algún colega les hace una bien fundamentada crítica pedagógica. Conozco casos en los que los profesores no tienen un buen sistema de evaluación, o cometen errores en la preparación de sus clases, o son muy injustos con los estudiantes, y cuando otro docente se los señala o los cuestiona responden pidiendo "respeto" para su modo de trabajo y su forma de hacer las cosas.
Además, en muchos colegios se habla de libertad y autonomía y de hecho ambas se pretenden alcanzar con los niños, según consta en los PDI y en otros documentos institucionales. Sin embargo, los reglamentos y la manera en que los profesores manejan la disciplina escolar dista mucho de tales aspiraciones, y pocos parecen darse cuenta. Y para colmo, muchos profesores no tienen ninguna libertad para innovar en sus clases, ni ejercen su autonomía protestando frente a alguna indicación injusta o intentando modificar alguna regla absurda que deban cumplir por cumplir.
Simplemente quería mencionar estos ejemplos, de los que he visto y sabido reiteradamente en estos últimos días, porque ellos son parte de lo que llamamos el curriculum oculto, el clima moral escolar. Muy poco podrá lograrse respecto al desarrollo moral y ciudadano de los estudiantes, por más palabras bonitas y declaraciones que tenga el colegio, si no se toma conciencia de estos procesos y no se discuten y cuestionan abiertamente. De esto hablaré en un post futuro.
Del Blog de Susana Frisancho
Desarrollo Humano, Constructivismo y Educación
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