sábado, 3 de julio de 2010

Terribles Castigos: Leer, Hacer Tareas y Limpiar el Aula

Justificar a ambos ladosQuiero hacer un llamado de atención a muchos docentes que utilizan como castigos actividades que deberían ser realizadas con agrado o al menos con responsabilidad. Quiero pedirles que no lo hagan, pues es contraproducente e injusto.

Muchos profesores están simplemente demasiado acostumbrados a recurrir a actividades cuando quieren "corregir" los comportamientos de sus estudiantes. Por ejemplo, les cuento un caso reciente: una profesora encuentra a un grupo de alumnos jugando cartas en el recreo, y los castiga a limpiar su aula de clase durante un mes. Así, sin más ni más.

Primero: ¿que tiene de malo jugar a las cartas? Puede ser una fuente importante de aprendizaje, por ejemplo, sirve para desarrollar la estructura moral pues es un juego reglado, y por supuesto ayuda al pensamiento lógico y matemático. De hecho hay muchas estrategias para enseñar matemáticas, tanto en primaria como en secundaria, que usan cartas como medio de instrucción.

Segundo: asumiendo que la profesora tiene miedo de que jugar cartas pueda traer problemas en el futuro (se convierta en un "vicio", como dicen algunos), ¿por qué no hacer explicítito con los estudiantes este temor? De esta manera se da pie a un intercambio de argumentaciones y puntos de vista que no hará sino redundar en el desarrollo de la toma de roles y las capacidades para la convivencia. Lo ideal sería que el profesor asuma como interlocutores válidos a sus alumnos, oiga sus puntos de vista, los refute si cree necesario hacerlo, acepte las propuestas que le parezcan pertinentes y entre todos lleguen a una solución para el problema que los involucra. Actuar de modo autoritario y castigar sin explicar ni escuchar es lo peor que puede hacer el profesor, pues no es educativo.

Tercero: si en el colegio jugar cartas está prohibido, esa prohibición debería estar sustentada y ser razonada con los estudiantes. Aplicar la norma por la norma, imponer un castigo arbitrario y hacer de policía que persigue a los estudiantes solo logrará que estos sigan haciendo lo mismo cuando el profesor no los ve.

Cuarto: a mi me parece de sentido común, pero creo que no a todas las personas. Es un error usar como castigos actividades que se espera que los estudiantes aprendan a hacer con cierto gusto o placer. Por ejemplo, las tareas, o ir leer a la biblioteca. Enviar a los chicos a leer como castigo solo hará que tengan desagrado por la lectura. En el caso que les cuento (el del juego de cartas), hay un factor adicional: ¿cómo es posible que el profesor castigue a un grupo de alumnos con una actividad que otro grupo también realiza sin estar castigado? Es decir... si normalmente también debo hacer la limpieza del aula sin estar castigado, como ocurre en el colegio del caso que cuento, ¿que diferencia hay en hacerlo estando castigado? Los alumnos limpian el aula de todos modos, asi que el castigo no tiene sentido. Y es injusto desde todo punto de vista.

Del
Blog de Susana Frisancho
Desarrollo Humano, Constructivismo y Educación

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