Precisamente por las dificultades que normalmente atraviesa la familia ante el nacimiento de un hijo(a) con necesidades educativas especiales y el impacto emocional que causa se ofrecen algunas ideas para que los padres puedan reflexionar y adoptar posturas mucho más positivas a favor de la estabilidad emocional de la familia.
La vida en familia atraviesa por disímiles momentos, pero el nacimiento de un niño, es un acontecimiento clave. Una larga espera de nueve meses, donde los padres han estado imaginándose cómo será el niño y qué efecto causará en la familia.
Han estado pensando además, en el nuevo rol que a partir del momento del nacimiento, les corresponde desempeñar a cada uno de los integrantes de la familia, incluyendo la responsabilidad en la satisfacción de las necesidades materiales y ante todo el cuidado general del niño.
Todas las parejas, en esa espera, expresan preocupaciones relacionadas con el nuevo ser que se avecina; pero son preocupaciones un tanto fugaces, máxime si no existen antecedentes familiares que constituyan motivos de preocupación.
Por fin llega el día tan esperado, y lamentablemente, el fruto del amor de la pareja rompió con todos los ideales o expectativas planteadas, ocasionando, relaciones interpersonales que por diversas causas llegan a la disarmonía y al desequilibrio emocional.
Ante la presencia de un miembro con cualquier tipo de discapacidad, la familia, si no ha asimilado el hecho, se vuelve vulnerable y las expectativas familiares cambian, produciéndose toda una serie de sentimientos complejos, contradictorios y difíciles de explicar. Los padres suelen preguntarse:
El problema no radica en asumir una postura pesimista, sino en la mejor manera de ver y de apreciar la vida con más optimismo porque los problemas que surgen en la cotidianidad no deben constituir momentos de insatisfacciones personales. La vida hay que enfrentarla con valor, porque es ella la que cada día nos lleva al camino de la felicidad; aprovechemos cada momento para ver el lado positivo de las cosas. La felicidad no es una estación a la que se llega, es simplemente una manera de viajar, por lo tanto sean felices, busquen la felicidad.
La vida en familia atraviesa por disímiles momentos, pero el nacimiento de un niño, es un acontecimiento clave. Una larga espera de nueve meses, donde los padres han estado imaginándose cómo será el niño y qué efecto causará en la familia.
Han estado pensando además, en el nuevo rol que a partir del momento del nacimiento, les corresponde desempeñar a cada uno de los integrantes de la familia, incluyendo la responsabilidad en la satisfacción de las necesidades materiales y ante todo el cuidado general del niño.
Todas las parejas, en esa espera, expresan preocupaciones relacionadas con el nuevo ser que se avecina; pero son preocupaciones un tanto fugaces, máxime si no existen antecedentes familiares que constituyan motivos de preocupación.
Por fin llega el día tan esperado, y lamentablemente, el fruto del amor de la pareja rompió con todos los ideales o expectativas planteadas, ocasionando, relaciones interpersonales que por diversas causas llegan a la disarmonía y al desequilibrio emocional.
Ante la presencia de un miembro con cualquier tipo de discapacidad, la familia, si no ha asimilado el hecho, se vuelve vulnerable y las expectativas familiares cambian, produciéndose toda una serie de sentimientos complejos, contradictorios y difíciles de explicar. Los padres suelen preguntarse:
- * ¿Cómo ha podido ocurrir?
- * ¿Qué hemos hecho?
- * ¿Por qué ha sucedido?
El problema no radica en asumir una postura pesimista, sino en la mejor manera de ver y de apreciar la vida con más optimismo porque los problemas que surgen en la cotidianidad no deben constituir momentos de insatisfacciones personales. La vida hay que enfrentarla con valor, porque es ella la que cada día nos lleva al camino de la felicidad; aprovechemos cada momento para ver el lado positivo de las cosas. La felicidad no es una estación a la que se llega, es simplemente una manera de viajar, por lo tanto sean felices, busquen la felicidad.
Fuente: http://www.espaciologopedico.com
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