lunes, 8 de junio de 2009

Lectura en Tiempos de Internet (Entrevista)

"Como decía en El Quijote Plinio el Viejo, no hay libro tan malo, tan malo que no se pueda sacar algo bueno de él, y es muy cierto. Pero si nosotros tajantemente, les decimos a los niños que están leyendo basura porque leen comics, estamos siendo excluyentes.
La misma Biblioteca lo hace, los mismos bibliotecarios lo hacemos" dijo Elsa Ramírez.

En el mes de marzo se desarrolló en el Perú el Seminario Internacional Bibliotecas Públicas en la sociedad de la información: Desafíos y respuestas desde América Latina donde se presentó la ponencia de Elsa Ramírez (México) reconocida bibliotecóloga especialista en promoción de la lectura con el uso de las nuevas tecnologías.
Aprovechando su estancia en el país, le hicimos esta entrevista con resultados muy interesantes y sobre todo útiles para nuestro que hacer.

R- ¿Cómo los bibliotecarios podemos promover la lectura en ese sector de la población que no lee?

E- El problema de esta comunidad es que, muchas veces, no tiene acceso a la tecnología ni al libro; aunque hay una minoría que sí tiene acceso a Internet. Para ello se debe tener el perfil de ese público, identificar sus necesidades y sus prácticas cotidianas. Lo cual supone quizás hacer un estudio de qué necesidades cotidianas tienen estas personas para trabajar, cómo suelen entretenerse y qué problemas enfrentan, por ejemplo, en el ámbito familiar. Si se conoce a la comunidad, entonces se puede empezar a introducir un servicio bibliotecario. Por ejemplo, se me ocurre que si alguien está desempleado y quiere capacitarse para encontrar trabajo en un determinado oficio o profesión, entonces podemos invitarlo a la biblioteca, donde existen una serie de recursos para capacitación o actualización profesional. O si se trata de aprender el uso de Internet, diseñar un curso al respecto; o crear cursos interactivos, cursos donde ellos puedan empezar a usar lo más básico. Hay programas disponibles y, mediante ellos, la biblioteca debería establecer un vínculo a distancia, al otro lado de la pantalla con la gente; o también in situ dar unos talleres para adultos en el uso de Internet o de la tecnología, en Chile lo hace la Biblioteca Pública mediante talleres...

R- Aquí también lo hace la Biblioteca Nacional...

E- O también incluir un link interactivo en el portal de la Biblioteca donde se ofrezca respuestas a consultas sobre esas demandas, necesidades o problemas de la gente. Algo así como "si tienes problemas escríbenos" o "visítanos" o "ven a la Biblioteca". Eso podría ser un gancho y desde allí empezar a trabajar, vinculándonos con algunos libros que le podrían interesar o ayudar. Otra línea de intervención sería "Libros que pueden ayudar a tus hijos en las tareas" o "Ven a la biblioteca con tu niño, nosotros te ayudamos". Es decir, ir poco a poco arrastrando a la gente para que visiten la Biblioteca y no se queden solamente en la parte digital o virtual. Hay que ir trayéndolos a la Biblioteca para que vayan viendo el mundo de los libros y, sobre todo, que se sientan con legitimidad de entrar en la Biblioteca, porque aún persiste la imagen de que eso es para estudiar, eso es para los estudiantes, eso es para la escuela. En suma, tenemos que empezar por conocer a la comunidad y partir de sus necesidades para implementar acciones.

R- ¿Qué opinión te merece el plan lector?

E- Creo que se parte erradamente desde el momento en que exigen leer un libro al mes. El otro día estaba en el metro y le contaba un muchacho a una chica que el maestro le había pedido leer un libro que ahora no recuerdo; y que él se lo pidió prestado a una amiga, quien le hizo el reporte. "Luego, yo le puse unas cosas más de mi imaginación y ya, se lo entregué", concluyó el muchacho. Entonces, estamos en una simulación, hacemos como que se lea y los niños hacen como que lo hacen. Por tanto, creo que el maestro muchas veces no es un buen transmisor de lectura porque él mismo no lee. Por ejemplo, sabemos que a los niños les gusta Harry Potter. Entonces, mándenles hacer una investigación, por ejemplo de cómo sería un Harry Potter con una historia distinta en México o en Perú. Que investiguen dónde va a vivir el personaje, detallando bien ese lugar, en qué biblioteca y escuela se desarrollaría el argumento, qué vestido usaría, etc. El profesor también les dejaría "enigmas" que obliguen al joven a ir al libro; por ejemplo, cuántas escaleras tuvo que subir Harry Potter para llegar a determinado lugar o de qué color dijo que tenía el vestido en determinada situación o capítulo. Entonces hay que estar leyendo con cuidado, ya que deben resolverse preguntas capciosas y, a veces, algunas que no son ciertas. En consecuencia, hay que buscar estrategias para hacer que la lectura vaya siendo grata y, luego, que le vayan encontrando un sentido, que vayan para resolver algún problema o simplemente para entretenerse; pero que ellos también lo vayan descubriendo. Hay que buscar estrategias, porque eso de que me leen un libro al mes ya no funciona y con tantos resúmenes que hay de los libros en Internet (los copian del Rincón del Vago, por ejemplo), nos engañamos todos.

R-Es increíble que a un no lector, a un chico que no le gusta la lectura, lo obligan con doce libros...

E- Hay que preguntarles "¿qué tema te gusta?" y si le gustan los extraterrestres, entonces le pides que traiga un libro al respecto para compartirlo. Por ejemplo, en prepa están leyendo mucho los comics y se ha formado un club de comics. Estos chicos han estado investigando sobre las historietas o el manga, e incluso han empezado a aprender japonés por que el manga es japonés; pero el maestro no está aprovechando ese capital. Empezar con el comic y pedirles que investiguen el aspecto histórico o sino invéntense un comic; cojan, por decir, a Batman y lo ponen en otro planeta o en México o Perú, y le cambian la historia. Y, a partir de allí, investigar una serie de datos para poderlo ubicar, dónde estaría, en qué colonia (barrio) y por qué en esa colonia, qué trabajaría, etc., etc. El chiste es dejarles investigar para que le encuentren un sentido a la lectura, porque de lo contrario es memorizar y actualmente se trata de construir conocimiento; pero conocimiento que también les pueda ser significativo y vaya ampliando su horizonte. Sino volvemos a los métodos tradicionales y para un niño que es nativo digital, que tiene ya otro referente, limitarse al libro es insuficiente. Está muy bien llevarlos al libro pero siempre haciendo interconexiones con su mundo y tenemos que aprender también de su mundo,

R- Es una labor difícil para los maestros...

E- Pero hay que ayudarnos y ayudar a los estudiantes. Lo que ocurre es que a ellos los excluimos, pero hay que también incorporarlos

O- A esos niños inactivos -pero "digitales"- que están pegados al computador jugando, ¿cómo los acercas a la lectura? Me sugirieron crearles su propio blog.

E- Todavía hay resistencias a la lectura puxial; pero si empezamos con lo que a él le gusta y empieza a escribir, habremos dado un paso importante. Hay que hablar con ellos y decirles: "Oye, pero a ver cuéntame ¿qué escribiste? Compártenos; a ver léelo e imprímelo porque nosotros no vemos esto". O sino: "en tal libro ya viene esto resuelto", o "en tal libro está mucho mejor". Obviamente, para que esta interacción pueda darse, debe haber libros en casa o llevar a los chicos a la biblioteca. Porque no hay recetas, no tenemos todavía la receta. Hay experimentación, tenemos que estar experimentando, ver lo que funciona y hacer un club también. Ahora ellos tienen muchas fan fixture pero también quizás en la escuela hacer un club de lo que los alumnos han hecho...

O- No tienes que ir repitiendo los cuentos todo el tiempo...

E- Hay que probar con formar un grupo que se focalice en un libro determinado, un grupo que empiece a cambiar la historia de lo que leyeron. Porque es lo que hacen las fan fiction, leen un libro y luego empiezan a cambiar: "bueno, ahora la señora no es mala, es buena" y escriben mucho, en inglés y son de varios países. Y, ojo, tienes que empezar a buscar, a experimentar, porque no conocemos los efectos; realmente no estamos todavía dominando esto, ni los muchachos tampoco. No sabemos qué va a pasar, y creo que hay que experimentar con varios formatos; empezar con películas y pasar a libros.

R- Muchos jóvenes dicen que ellos leen tanto o más que nosotros, pero que no tienen esa cultura "libresca", sin embargo, leen muchísimo. Mi hijo, por ejemplo, se la pasa leyendo las instrucciones que vienen en sus juegos, videos o música que baja de Internet. Le das el celular y se lee todas las instrucciones con una rapidez que jamás se me hubiera ocurrido. Con algunas revistas, como Dragon Ball, sigue la ley "de aquí hasta el final"; y, entonces, él siempre está como retándonos: "yo leo más que tú porque yo todo el día estoy leyendo, tú lees sólo en la noche"...
E- Bueno, ya que está el reto, dile: "bah, tú no has leído tal libro que yo ya me lo leí" y proponle que documente un libro de trescientas páginas...

Están leyendo más, pero no sé qué tanto ese conocimiento es realmente más amplio; es una lectura muy rápida, muy especializada. La hija de una amiga, por ejemplo, quería un gato y estaba loca con que quería el gato. Entonces la madre le propuso que -antes de comprárselo- investigue todo sobre gatos: de qué se enferman, qué comen, qué tipo de gatos existen, cómo se les debe cuidar, cómo se les debe educar. "Me vas a dar toda la información de gatos, le decía, porque si vamos a tener un gato, vamos a saber cómo criarlo. Luego, hay un libro sobre gatos porque yo también quiero saber qué voy a traer a la casa, qué problemas vamos a tener y me vas a decir cómo vamos a solucionarlo".

O- ¿Tú crees que este alejamiento de la lectura - especialmente de los más jóvenes- se deba a que haya una mitificación de la lectura? Es decir, que hay libros buenos y hay los que no sirven; o sea, que una historieta no es lectura, Harry Potter no es lectura y, en cambio, quieren hacer leer a las niñas Mujercitas, lo que es totalmente anacrónico.

E- Sí, creo que hay mucho de cierto en eso. Hay estudios donde se ve cómo la gente no legitima sus lecturas sino las declara. Ciertamente, hay quienes dicen me encantar leer sobre cocina, pero eso no es lectura. Sí, a mí me gusta mucho estudiar, pero cuando hago eso no es lectura. Leo, me encantan las revistas National Geographic, Selecciones, pero eso no es lectura y no las declaran; igual con las historietas, con cantidad de cosas que la gente no las declara porque siente que eso no es legítimo, porque eso ocurre nada más con los libros y, aún, con ciertos libros. Nosotros mismos ya hemos hecho -como tú bien dices- una serie de mitos. Como decía en El Quijote Plinio el Viejo, no hay libro tan malo, tan malo que no se pueda sacar algo bueno de él, y es muy cierto. Pero si nosotros tajantemente, les decimos a los niños que están leyendo basura porque leen comics, estamos siendo excluyentes. La misma Biblioteca lo hace, los mismos bibliotecarios lo hacemos. En Canadá, uno va a la Biblioteca y hay una sección de comics, hay una sección de revistas femeninas, hay una sección de revista de señores, de deportes; porque esta es una manera de decirle: "Estás incluido en la Biblioteca, tú eres parte de esta comunidad y aquí puedes encontrar lo que te guste; pero mira, por allá atrás, también hay libros. O sea, junto con lo que a ti te gusta, hay todo esto". Porque llega un momento en que les entra alguna curiosidad y empiezan a mirar y averiguar qué hay en esos exhibidores muy agradables. Me acuerdo que había en una biblioteca una cama flexible, con un acolchado de encaje, y un rótulo que decía "libros eróticos", "libros de amor"; estaban ahí, hasta por el piso habían algunos tirados. Mientras que en los libros de terror los presentaban con un muñeco y una sábana que simulaba ser un fantasma, y unos cuantos libros de misterio. Con esos objetos e imágenes, como que atrapan al lector. Pero nosotros como que somos muy tradicionales, no nos atrevemos, no somos audaces.

Pero es que en el caso de ciertas obras hay que hacer una lectura acompañada, porque al niño le sueltan El Quijote y, para empezar, el vocabulario, la época; como que tiene que ser una lectura acompañada e irle explicando. O, a lo mejor, empezar con ilustraciones o alguna obrita de teatro que ellos hagan. Un poco irlos metiendo, pero les sueltan obras que es imposibles que las lean solos. Hay lecturas que sí tienen que ser acompañadas. Del Quijote que vayan a investigar en Internet la época, las armaduras y su peso, etc. Pero limitándose a algunos capítulos bien leídos e indagados, para evitar las simulaciones. Ahora bien, esto no es una regla. A lo mejor se prenden y quieren leer todo. Puede suceder que a los cincuenta años descubran que El Quijote era muy sabroso y se asombren de no haberlo leído antes. Nunca se sabe lo que pueda pasar. Un colega me decía que odiaba la filosofía, pero empezó a leer Platón y descubrió, con las clases del profesor, que era una delicia.

Entonces, creo que hay que ir experimentando, conocer bien a tu público, eso es fundamental. De qué partimos, de lo que a mí me gusta, pues no, de mi época, tampoco, los niños tienen hoy en día otros referentes. Fundamentalmente eso: conocer a tú público o el que está fuera de tu ámbito y al que le quieres llegar, así como también es importantísimo conocer los recursos que tienes, conocer qué posibilidades hay en internet, conocer muy bien tu colección, que a veces no la conocemos -la verdad sea dicha- cómo haces el engarce. Entonces, tenemos un gran trabajo, hay que recordar a esos grandes bibliógrafos que ya no hay, que conocían mucho de libros, que aconsejaban a la gente y le ofrecían "el libro ideal para usted". Cuántas veces, cuando conoces al librero, estableces una relación más cercana; o uno mismo, con los amigos recomendarles lecturas que sean significativas y así conocer "personalmente" a los lectores para recomendarles lecturas de acuerdo con sus características.

Por ejemplo, a los pueblos indígenas ¿les vas a llevar El Quijote? Quizás después, pero en un primer momento ellos tienen una cultura riquísima qué necesitan para cultivar, para hacer sus teñidos de telas...

O- Y levantar sus historias orales...

E- Eso es otra. Hay gente que hace hasta sus libros. Mira, llegaron de Venezuela unos libros que se hicieron con una cáscara de un árbol y le pegaban cosas. La gente los quería comprar y los consideraban una obra de arte y allí escribían en su lengua. Esto decía mucho, pues eran sus libros, ellos eran los autores; y podían llevarlos a otras lecturas, pero no violentamente, primero valorar lo nuestro y no dictarles "lo que es bueno"....

R- Olvida todo lo tuyo que esto es lo que te estamos...

E- Estamos de conquistadores, haciendo esta función de conquistadores, que es muy desagradable y ellos lo que hacen es, pues, alejarse. Entonces, con ese interés en lo propio, se les enseña a escribir sus tradiciones o -los que no saben escribir- a contárselas a alguien para que otro las reescriba. Entonces se va a formar un grupo, quizás ahí se animen a querer escribir, a aprender, como algunos niños de la calle cuando les empezaron a llevar lo de las computadoras. Y así fue cómo, a partir de querer escribir en la computadora, ellos entraban a la alfabetización. Pero todos son canales que no son los normales, ni los que conocemos; son oportunidades que hay que saber identificar y que nos escape.

R- Te agradezco mucho por darnos a conocer tus experiencias y a comprobar una vez más que estos son temas que atraviesan fronteras y que como profesionales compartimos las mismas preocupaciones.
Entrevista Recopilada de Educared - Lectomanía

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